El calentamiento del océano Pacífico hace que los peces busquen aguas más frías a mayor profundidad, dejando a las aves migratorias sin alimento.
Bertha Becerra | El Sol de México.- Las aves marinas que aparecieron muertas en las costas del Pacífico mexicano fallecieron de hambre y no por la influenza aviar causada por el virus AH5N1, dijo Roberto Navarro López, director de la Comisión Nacional México-Estados Unidos para la Prevención de la Fiebre Aftosa y otras Enfermedades de los Animales (CPA), del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
“Logramos conocer que la causa de la muerte no fue por influenza aviar. Es un dato muy importante por lo que no existe ningún riesgo para la población ni tampoco para la población de aves”, subrayó el funcionario en entrevista con El Sol de México.
El temor de un nuevo brote de influenza aviar de alta patogenicidad inició la semana pasada, cuando centenares de cuerpos de aves marinas fueron localizados en los estados del Pacífico mexicano, desde Chiapas hasta Baja California Sur.
“Recibimos un llamado de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas e hicimos un recorrido por todas las playas del Pacífico, desde Chiapas hasta la frontera con Estados Unidos, con especialistas y expertos en salud animal de las secretarías de Agricultura y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, para detectar la causa a la brevedad posible”.
Durante los recorridos, veterinarios de Salud Animal del Senasica junto con personal de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), reportaron avistamientos de aves marinas enfermas y muertas.
“Uno de los primeros reportes fue del Centro Mexicano de la Tortuga, en Oaxaca, donde médicos veterinarios oficiales de la CPA tomaron muestras que se enviaron a los laboratorios de alta bioseguridad del Senasica”, dijo.
Las aves marinas murieron de hambre.
Hasta el momento las investigaciones evidenciaron que las aves encontradas, sobre todo la fárdela de dorso gris, que se alimenta principalmente de pescado, calamar y crustáceos, murieron de hambre debido al calentamiento global.
“Como consecuencia del cambio del clima que sufre el planeta, el agua del océano está más caliente y los peces se trasladan a más profundidades. Se trata del fenómeno de El Niño, que aumenta la temperatura del agua en el océano Pacífico… Esto ocasiona que los peces bajen a profundidades mayores y los pone de manera inalcanzable para las aves marinas que se quedan sin alimento”.
Navarro López comentó que el temor de que fuera gripe aviar se debe a que en Chile y Perú continúan los brotes, lo que llevó a suponer que las aves muertas en las costas de México procedían de una migración.
“Afortunadamente el último caso (de influenza aviar en México) lo tuvimos el 21 de marzo de este año, con resultados satisfactorios al haber eliminado el virus de la parvada nacional. Ese virus ya se erradicó del país. Pero este hecho que tuvimos con las aves marinas nos puso otra vez en alerta”, precisó.
Recalcó que las especies de aves más afectadas son la fardela de dorso gris y la ardenna bulleri, que son aves marinas migratorias que se alimentan de peces.
También, fuentes de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en Guerrero, estudian encontraron muertas a gaviotas y pelícanos.
Roberto Navarro dijo que no solo fueron 300 aves marinas las que murieron. “Esas solo fueron de Oaxaca. Fueron muchas más. Las corrientes de agua son las que llevan las aves muertas en alta mar a las playas“.
Añadió que los estudios de campo —tomas de muestras y documentación de evidencias de las aves muertas— concluyen el viernes y las muestras se procesarán en diferentes laboratorios para buscar otras evidencias de bacterias o tóxicos que pudieran afectar a las aves.
Además, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas hará los estudios en las Islas en donde se pueden encontrar estas aves marinas y dar un informe más completo. Pero ya desde el punto de vista ecológico.
Desde diciembre de 2003, el virus H5N1 de la forma altamente patógena de la influenza aviar (HPAI) ha sido el causante de una alta tasa de mortalidad en aves de corral y aves silvestres en Asia, Oriente Medio, Europa y África.
El contacto con animales infectados puede provocar un contagio en otras especies, incluso humanos, causando diversas afectaciones en la salud.
De acuerdo con información de la Organización Mundial de la Salud, a nivel mundial, desde 2003 se han notificado 873 casos de infección humana por el virus AH5N1, 458 de ellos mortales (tasa de letalidad de 52 por ciento). Además, se han notificado tres infecciones humanas por virus de la gripe AH5[2], 84 casos humanos de infección por el virus AH5N6 y siete casos humanos de infección por el virus AH5N8.
Con información de El Sol De México.