Logró estrenar en cines la película ¡Que viva México!, en la que asegura retrata la gran polarización que existe en el país.
Froylan Escobar Lara, El Sol de México.- Reza el refrán: “No hay plazo que no se cumpla, ni deuda que no se pague” y, para el director Luis Estrada, la fecha por fin llegó. Luego de seis años de trabajo, la cinta ¡Que Viva México! estrenará en más de tres mil pantallas de cine.
El proyecto estaba por estrenarse en noviembre del año pasado en la plataforma de streaming de Netflix y en un número reducido de salas de cine, pero Estrada no se mostró conforme, ya que dicho trabajo, que se presumía iba a ser el último de su carrera, se visualizaba para presentarse ante el público de una forma tradicional: en un cine, de manera colectiva, con palomitas y una imagen gigantesca, misma que, acompañada de sonidos, involucraría al público en la historia.
“Lo logré, era una película desde su origen, muy ambiciosa, grande en todos los sentidos, temáticamente, narrativamente, presupuestalmente, es una superproducción como pocas se han hecho en México desde hace muchos años, con un reparto de ensueño, que nunca imaginé ni yo mismo que se podía reunir en una sola película”, afirmó Estrada en entrevista con El Sol de México.
“Es una película que hice con absoluta libertad e independencia, que en estos tiempos es un lujo enorme, una cinta que es políticamente incorrecta, que no tuvo temor a hablar de las cosas por su nombre. No deja títere con cabeza, es una cinta sobre la sociedad, está reflejada tu familia, tu país, tu historia”, agregó.
¡Que viva México! es un retrato fiel de la sociedad actual, de la gran división que existe en materia económica e ideologías políticas. La familia es el tema principal, describe la historia de Pancho (Alfonso Herrera), un hombre que escaló de clase social, pero que, tras veinte años lejos de su familia y motivado por la codicia, vuelve a su pueblo natal, La Prosperidad, para saber qué le dejó de herencia su abuelo y, claro, ver a sus parientes.
Esta experiencia aterroriza a su esposa y sus dos hijos, que descubren quienes son en realidad los parientes de Pancho.
“Es una cinta que tiene muchas capas, que te puede dar una reflexión tal vez sobre los modos mexicanos o te pondrá a pensar: ‘qué feos seres humanos somos en el mundo, qué dividido está el país, qué poco tolerantes somos’; adquiere tantas reflexiones, tantas imágenes y reflejos del país que me quedo con la poca tolerancia y falta de sentido del humor que tenemos últimamente”, explica Ana de la Reguera, quien hace el papel de Mari, la esposa en la ficción de Pancho.
“Para solucionar eso, debemos escuchar más, sólo queremos nuestra narrativa, no escuchamos los puntos de vista de otros, como actriz y como ser humano creo que lo más importante es escuchar”, aseguró.
Una demanda en curso
Luis Estrada, director de cintas como La ley de Herodes, Un mundo maravilloso, El infierno y La dictadura perfecta, en las que hace ensayos irónicos y reales del sistema político mexicano, incluido el Ejecutivo Federal, reconoció que la mayoría de sus propuestas han intentado ser bloqueadas para que no se estrenen. En esta ocasión, con ¡Que viva México! no fue la excepción.
“En otros sexenios han tratado de impedir que yo hiciera estas historias y a patadas, a golpes, gritos y sombrerazos, logré tumbar todas las puertas, en este no pude, pero encontré otros caminos afortunadamente y la historia nos va a juzgar a todos”, explicó el cineasta.
“La gente va a descubrir que lo que estaban tratando de impedir las autoridades es que se mostrara el retrato de este momento histórico que estamos viviendo, la autollamada Cuarta Transformación, el retrato que se hace a través de uno de los personajes de la película que se llama Andrés Manuel y lo que está generando en este clima de polarización e intolerancia que estamos viviendo, la historia nos va a juzgar a todos, a algunos ya nos ha ido juzgando de paso”, dijo firmemente Estrada.
El director demandó al Instituto Mexicano de Cinematografía IMCINE y al Estímulo Fiscal a Proyectos Cinematográficos (Eficine) por supuestamente haberle negado presupuesto para la elaboración de su más reciente cinta.
Y, a pesar de que la titular del organismo, María Novaro aseguró a medios de comunicación que no existía tal demanda, y que era posible que esto fuera más una estrategia publicitaria para su proyecto, Estrada aseguró que el proceso legal sigue en pie y llegará hasta las últimas consecuencias. Aclaró que no ha tenido contacto ni acercamiento reciente con Novaro.
“Creo que eso le correspondería a ella (ponerse en contacto), pero como ella no tomó esa oportunidad que fue realmente asumir que cometieron una arbitrariedad y una ilegalidad, tuve que recurrir a instancias legales, no sé qué vaya a pasar, pero hoy ese tema es casi secundario porque a mí lo que más me debe preocupar es que la película llegue a donde tenga que llegar, al cine”, sostuvo.
Aunque el cineasta de 61 años tenía previsto retirarse con este proyecto, fue tal la satisfacción que tuvo, así como agradecimiento a los actores que formaron parte, que decidió continuar dentro de la jugada y dejar para después el plan que ya tenía acordado de escribir sus memorias.
“Ese era el plan A (escribir sus memorias) porque efectivamente ésta iba a ser mi última película, pero nos fue tan bien, quedé tan contento y satisfecho con el trabajo de mis colaboradores y como algunos se acaban de integrar a mi carrera y a mi vida, les debo otras películas y también me las debo a mí, entonces las memorias esperarán cuando un día me jubile, que espero no sea demasiado tiempo porque ya casi puedo recibir la pensión de López (Obrador).
“Sí, tenía el proyecto de sentarme a escribir una novela que llevo pensando desde hace muchos años, pero como (en el juego) serpientes y escaleras regresé, ahora lo único que quiero hacer es la (película) que sigue”, concluyó.
¡Que Viva México! estrenará el 23 de marzo en cines para después estar disponible en Netflix.
Alfonso Herrera, Ana de la Reguera, Damián Alcázar, Joaquín Cosío, Ana Martin, Angelina Peláez, Leticia Huijara, Luis Fernando Peña, Sonia Couoh, Adriana Louvier y Álex Perea son los actores que integran el elenco de la película que se filmó en Real de Catorce, en San Luis Potosí.
Con información de El Sol De México.