Era líder de una organización criminal vinculada a los cárteles de los Beltrán Leyva, Jalisco Nueva Generación, Sinaloa, del Golfo y Los Zetas.
Califona. Estados Unidos.- Una corte federal de California sentenció a más de 16 años de cárcel al ex infante de la Marina de Estados Unidos por liderar una organización que transportaba toneladas de cocaína desde Sudamérica a México y a los Estados Unidos, informaron hoy medios locales.
Ángel Domínguez Ramírez Jr. fue sentenciado en un tribunal federal de San Diego a pasar 195 meses en la cárcel, informó hoy el medio digital Border Report.
Domínguez, de 50 años y nacido en México, se había declarado culpable de dos cargos de narcotráfico para evitar ir a juicio.
Según los documentos judiciales, Domínguez era el líder de una red delictiva denominada “ El Seguimiento 39”, también conocida como “La Compañía” o “El Seg 39”, que usó alianzas para contrabandear aproximadamente 10 toneladas de cocaína a los Estados Unidos cada mes y mover al menos 10 millones de dólares de las ganancias de las drogas de regreso a México.
Los fiscales federales dijeron que la red transportaba drogas a Estados Unidos y lavaba dinero para varios cárteles en México, incluido el Cártel de Sinaloa, el Cártel de Jalisco Nueva Generación, Los Zetas y otros.
En un memorando de sentencia, la fiscalía aseguró que “la evidencia de escuchas telefónicas demuestra que Domínguez controlaba todos los aspectos de su organización”, según un informe del periódico San Diego Union Tribune.
Otros documentos presentados en la corte señalan que la red también usó sus contactos con funcionarios mexicanos corruptos de alto nivel para frustrar las investigaciones sobre sus actividades de narcotráfico.
Domínguez, que también tiene la ciudadanía estadounidense, tuvo que retirarse de la Marina de EE.UU. después de sufrir un accidente automovilístico mientras estaba estacionado en una base de Carolina del Norte.
Domínguez resultó gravemente herido, en el accidente fallecieron sus dos hijas, de 3 y 4 años.
Nancee Schwartz , la abogada defensora de Domínguez, escribió en un documento judicial que el hispano “no pensó ni se preocupó por las consecuencias porque había experimentado lo peor”.