El ataque sacudió el corazón turístico de la ciudad.
Estados Unidos.- Un hombre armado embistió con un camión a alta velocidad contra una multitud que celebraba el Año Nuevo en la icónica Bourbon Street del Barrio Francés de Nueva Orleans. El ataque, que ocurrió en la madrugada del miércoles, dejó al menos 10 muertos y más de 30 heridos. Después del impacto, el conductor disparó desde el vehículo contra la policía antes de ser abatido por los agentes. El FBI calificó el incidente como un ataque terrorista y continúa investigando.
MASS CASUALTY EVENT: Another vehicular mass casualty event has been reported, this one in New Orleans. Dozens have been injured and killed. More to follow in this thread.
— @amuse (@amuse) January 1, 2025
h/t: @rawsalerts pic.twitter.com/ky0GIxF6Ql
El camión atravesó las barricadas alrededor de las 3:15 a.m., hiriendo a decenas antes de que el conductor abriera fuego contra los oficiales. Dos agentes resultaron heridos, aunque están en condición estable. La alcaldesa LaToya Cantrell afirmó que el atacante tenía la intención de causar el mayor daño posible, dejando claro que no se trató de un accidente. Además, las autoridades encontraron un dispositivo explosivo improvisado en el lugar, el cual está siendo analizado por el FBI.
A pesar de la tragedia, eventos importantes como el Sugar Bowl, un clásico partido de fútbol universitario que se celebrará en el Superdome, continuarán según lo planeado. Las autoridades han reforzado las medidas de seguridad en la ciudad, destacando la importancia de garantizar la protección en eventos futuros como el Super Bowl y el inicio de la temporada de Mardi Gras. La presencia policial visible incluirá patrullas montadas, vehículos marcados y agentes a pie.
Líderes políticos y entidades nacionales han expresado su solidaridad con Nueva Orleans. El presidente Joe Biden fue informado del ataque y ofreció apoyo federal, mientras que el presidente electo Donald Trump calificó el acto como “pura maldad”. Universidades como Georgia y Notre Dame también manifestaron sus condolencias, asegurando que evaluarán si algún miembro de sus comunidades resultó afectado. Nueva Orleans se enfrenta a la dolorosa tarea de recuperarse mientras mantiene la vigilancia para proteger futuros eventos.